miércoles, 21 de septiembre de 2016

No todo es lo que parece

Cuando leemos el Antiguo Testamento, encontramos una y otra vez, tristemente, como el pueblo de Israel iba tras los ídolos y los dioses de los pueblos que le rodeaban y nos decimos a nosotros mismos que eso no nos ocurriría a nosotros en la actualidad. Nosotros somos tan buenos hijos de Dios que jamás nos postraríamos a una estatua de Buda, de Alá o iríamos en pos de los dioses de otras religiones como los varias decenas o centenares que tienen los hindúes. Nosotros somos demasiado buenos para eso. ¿Pero a caso las cosas son tan evidentes como parecen? Con el paso del tiempo y las generaciones, muchas palabras van adaptando su significado según evolucionen y lo cierto es que usamos palabras con muchísima normalidad para un significado concreto mientras que tiempo atrás las mismas palabras podrían haber significado una cosa completamente distinta. No es extraño que en la actualidad la palabra ídolo se utilice para calificar a personas que causan gran admiración entre las multitudes y lo vemos de lo más normal. Esto ocurre mucho en el mundo del cine, la música, el deporte... Y en más de una ocasión estoy seguro que vemos a más de una persona que se desvive por estos individuos y declara que haría cualquier cosa por ellos. Esto es otra clase de idolatría exactamente igual que la que se vislumbra en la Biblia pero en los tiempos actuales, y se ha insertado tan sutilmente en nuestro día a día que por no ser extremistas se da pie a algo que parece inofensivo y es precisamente lo que intentamos evitar. Como dice el dicho popular, le das la mano y te cogen el brazo. Por ceder un poco en algo que parece insignificante podemos estar dando pie a lo que negamos con la cabeza al leer la Biblia pensando que a nosotros eso no nos ocurre. La oportunidad de caer en estas cosas no viene con un letrero luminoso bien claro que nos diga "Vas a meter la pata". ¿O acaso la serpiente le dijo a Eva las consecuencias de lo que le ofrecía? ¿Más bien no le dijo algo que le pareció a su juicio correcto para que cayera? Que no nos den gato por liebre, y examinemos todo a la luz de las escrituras para siempre procurar hacer lo correcto.


Examina la senda de tus pies,

Y todos tus caminos sean rectos.
Proverbios 4:26 

jueves, 31 de octubre de 2013

Que buena pinta tiene ese plato

Hoy es una noche en la que la gente festeja un hecho que el 90% de ellos no sabe en que consiste. Esta noche es la noche de Halloween, o la noche de las brujas, una fiesta con la única razón de ser de festejar la muerte y hacerle un culto al diablo. Lo más triste de todo es que les preguntas a aquellos que lo están celebrando y te cuentan que lo hacen por tradición, ya es una costumbre que se celebre el 31 de octubre el día de Halloween. Nosotros como cristianos debemos guardarnos de formar parte de estas cosas, porque es una fiesta en honor al príncipe de este mundo, Satanás.
Pero claro, todo cristiano te va a decir que el no festeja Halloween porque sabemos perfectamente lo que es, pero no siempre se da este caso. Para explicar mejor lo que quiero decir voy a poner un ejemplo que todos podemos entender y con el cual espero poder aclarar este asunto. Todos hemos sido niños y en un momento u otro nuestras madres nos han puesto por delante a la hora de la comida ese tipo de platos que no nos entra por la vista y no nos gustan, pero es la comida que toca y hay que comérsela, y en ocasiones las madres trituran la comida para que se la coman sin rechistar, además pueden ponerle adornos que la hacen más atractiva visualmente. Cuando le preguntas al niño al terminar la comida que le ha parecido, te dirá que le ha gustado, o que no ha estado mal, pero en verdad lo que la madre ha hecho ha sido enmascarar el plato original para conseguir que se lo coma el niño. Pero esta historia no dura siempre, parte de los niños crece y aprenden que lo que se están comiendo en forma de puré es el plato que no querían ver ni en pintura, unos dejan ya de tomárselo batido y otros prefieren seguir comiendo "engañados" aunque en el fondo saben lo que es en realidad. Algo así nos pasa hoy día, nosotros somos los niños, el mundo es la madre, y fiestas como Halloween, San Juan, San Valentín o la Navidad misma son ese plato. El mundo quiere tirar de nosotros hacia sus costumbres y se buscará mil y una estrategia para hacer que caigamos. Nos triturará la comida, nos la servirá en bandejas preciosas, la adornará con trocitos de huevo picado, o picatostes, o trocitos de jamón... nos pintará sus platos como auténticos manjares, pero en esencia, lo único que hay en el plato es pecado, ofrendas a dioses ajenos y todo tipo de actividades paganas, ingredientes que lo único que van a hacer es envenenarnos sin que nos demos cuenta, no hay más, por mucho que te lo intenten camuflar poniéndole cosas que parezcan bíblicas, el ingrediente principal es el mismo, y el resto son cortinas de humo que lo único que hacen es confundir. Ya lo dice el refrán, que aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
Mucha gente, asiste a este tipo de fiestas, como decía al principio, por que ya es costumbre, para pasarse una noche de fiesta y disfrazarse. El asunto de los disfraces es como esos adornos y esas cortinas de humo que he citado antes, son una máscara, y nunca mejor dicho, de lo que es la fiesta en realidad, y con esa confusión hacen que gente que desconoce el auténtico origen se meta en la fiesta, "en la boca del lobo", y meterse en un lugar lleno de lobos es tener ganas de llevarte un buen mordisco que no sabes lo relevante que puede ser hasta más tarde.
Seamos maduros y crezcamos, y no nos dejemos engañar por un plato batido con muchos adornos, examinemos aquello que nos estamos comiendo a la luz de la Biblia, y no nos quedemos en la superficie fijándonos en toda la decoración del plato, vayamos más allá, y descubramos hasta el último ingrediente de este plato.

martes, 1 de octubre de 2013

Un joven como Timoteo

     La leal compañía y fiel colaboración de Timoteo, cuyo nombre significa “que adora a Dios”, fueron una ayuda constante y esencial en el trabajo misionero del apóstol Pablo. Desde el primer momento se estableció entre ellos una relación, de confianza y amistad, que nunca se rompió. Señal de esto las repetidas menciones a Timoteo en el libro de los Hechos (Hch 17:14-15; 18:5; 19:22; 20:4), las que de él hace el propio Pablo en ocho de sus doce cartas (Ro 16:21; 1 Co 4:17;  Flp 2:19; Col 1:1 y otros) y el hecho de que, además, le dirigiera dos epístolas en las que lo llama “verdadero hijo en la fe” (1 Ti 1:1) y “amado hijo” (2 Ti 1:2; 2:1).
     Cuando, en su segundo viaje misionero, el apóstol llegó a Listra, conoció a Timoteo, que vivía allí. Era un joven de dieciséis años de edad, “hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego” (Hch 16:1). Es decir, su madre, Eunice, era cristiana (2 Ti 1:5) de origen judío, y su padre, pagano.
     Pablo incorporó a Timoteo a aquel grupo misionero que muy pronto habría de llevar a Europa el primer anuncio del Evangelio. Más tarde, pasados algunos años, el joven discípulo recibiría el encargo de velar por la “sana doctrina” en Asia Menor, y de impedir posibles desviaciones hacia otras enseñanzas, falsas y destructivas.

Un ejemplo en el día a día. 1 Timoteo 4:12
     Para que pueda realizar de manera satisfactoria su labor en la iglesia, es necesario que el joven creyente mantenga un buen testimonio y sea ejemplar en su conducta diaria, dentro y fuera de la misma. Una actitud correcta le ayudará a ganarse el respeto de los miembros de la congregación, independientemente de la edad  que éstos tengan.
¿Cómo afectaba la edad de Timoteo a su ministerio?
     Pablo le indica a Timoteo que no dé ocasión para que desprecien su juventud. Ciertamente, en aquellos momentos Timoteo no era ya un adolescente, tenía alrededor de treinta años, pero en comparación con el apóstol, era un joven pastor. Necesitaba aliento para no permitir que su juventud estorbara su ministerio en Éfeso y demostrar que los dones de Dios para el ministerio son tan importantes o más que la experiencia misma, a la que se acogen los “veteranos” de la iglesia.
     Timoteo tenía que ser modelo para los creyentes en cuanto a conversación, conducta, amor, espiritualidad, fe y pureza de vida. Esto lo debía hacer constantemente, con perseverancia. Así se ganaría el respeto que necesitaba para predicar con autoridad el evangelio.
  
Un ejemplo de servicio. 1 Timoteo 4:13-15
     El ejemplo de Timoteo ante los creyentes debe extenderse al aspecto del servicio cristiano. Pablo dice que debe usar su tiempo en tres cosas, mientras él llega a Éfeso: en la lectura pública de la Escrituras, la exhortación de los creyentes y la enseñanza a los convertidos. Todo esto formaba parte de las reuniones primitivas de la Iglesia, como sucedía también con la sinagoga (Hechos 13:15).
¿Por qué es la enseñanza de la Palabra de Dios un elemento importante en el ministerio de la iglesia?
     Por causa de la falsa enseñanza en Éfeso, la misión de Timoteo exigía una concentración apasionada en la enseñanza bíblica para oponerse a la falsa.
     Ningún creyente ni iglesia puede permitirse el descuido de la sana enseñanza de la Palabra de Dios. Es en ella donde aprendemos el plan de salvación y la norma de Dios para una conducta santa. Cuando descuidamos la predicación y la enseñanza de la Palabra, podemos enredarnos más fácilmente en la falsa enseñanza y en lo mundano.
¿Cómo fue que Timoteo recibió un don por medio de la profecía?
     Además de lo anteriormente dicho, Timoteo debía usar bien sus dones de ministerio, tal como lo había indicado una manifestación profética en el momento de su ordenación. No debía descuidar su llamado a la predicación del Evangelio. Con el llamado había recibido ciertas capacidades espirituales especiales. El Señor lo había llamado y preparado para el ministerio pastoral.
     El ministerio de Timoteo estaba intensificado por un don espiritual que debía seguir cultivando (v. 14). La imposición de manos por los ancianos probablemente sea similar a Hechos 13:1-3, donde la iglesia reconoció lo que el Espíritu  ya había hecho en Bernabé y Saulo. Timoteo había sido específicamente designado para la obra de Dios. A pesar de los obstáculos con que se enfrentó en Éfeso, a Timoteo se le recordó que Dios lo había llamado y los ancianos lo habían ordenado al ministerio (2 Timoteo 1:6).

Un Ejemplo de crecimiento espiritual 1 Timoteo 4: 16
     Finalmente, el joven pastor debía servir de modelo a su comunidad de crecimiento espiritual. Debía entregarse de lleno al serio estudio de las Escrituras. Debía cuidar en primer lugar su propia persona, y en segundo, su ministerio de enseñanza. Este es siempre el orden correcto.
     Todo joven necesita prestar una cuidadosa atención personal a su propio progreso espiritual; su salvación lo exige. Además de esto, si ora y estudia las Escrituras, y comunica con fidelidad la Palabra divina, también contribuirá grandemente a la salvación de quienes lo escuchen.
     Timoteo fue un joven ejemplar en todos los aspectos de su vida y de su ministerio. Cabe destacar, entre otras cosas, que nunca se desanimó ante las adversidades sino que permaneció fiel a su llamado, no desviándose en ningún momento de la sana doctrina.
     La Palabra de Dios nos instruye sobre la manera santa de vivir (2 Timoteo 3:16,17). Guardar la Palabra ayudará al joven a limpiar su camino y a no pecar contra Dios (Salmo 119:9-11).

     Joven, evalúa el tiempo diario que dedicas a leer la Biblia para ver si estás recibiendo el alimento espiritual que necesitas. Permite que el Espíritu Santo examine tu vida y te revele cualquier aspecto que no esté a la altura de la norma de santidad de Dios. Entonces esfuérzate por dar siempre un buen testimonio como hizo el joven Timoteo.

martes, 3 de septiembre de 2013

¿Qué moda sigues?

 Así dijo Jehová: No aprendáis el camino de las naciones, ni de las señales del cielo tengáis temor, aunque las naciones las teman.Porque las costumbres de los pueblos son vanidad;....Jeremias 10:2-3a


¿Qué entendemos por "costumbre"?¿O por "camino de las naciones"? Quizás, para entenderlo un poco mejor hay que mirar otra versión más actual. En la versión "Dios habla hoy" adapta "camino de las naciones" como "ejemplo de las naciones" y las "costumbres de las naciones" como "religión de esos pueblos". Creo que con esa versión podemos entender mejor su significado. En nuestros días, esos términos los podemos asociar fácilmente a algo que vemos a diario, las MODAS. Sí, efectivamente, el ejemplo de las naciones no es otro que las modas que se siguen en esas naciones, y con modas no solo me refiero a las modas de ropa, que si este otoño se lleva el marrón estampado y el siguiente a rayas... No solo existen las modas de ropa, una moda también puede ser seguir a un club de fútbol que este cosechando muchos éxitos en el momento, o ir al nuevo bar que se ha hecho muy popular en tu barrio. Aquí Dios ya nos advierte de que no debemos seguir estas cosas, y más tarde, en el nuevo testamento nos da la razón del porque no hemos de seguirla.



No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.2 Corintios 4:18


No tenemos que fijarnos en la ropa de moda y en el bar más popular, porque ¿Acaso hemos visto alguno que una moda sea eterna? No creo que sigamos llevando la misma ropa o el mismo corte de pelo que llevaban nuestros padres con nuestra edad. Una cosa puede ser muy popular y parecernos muy buena pero como dice corintios, es algo temporal. No creo que debiéramos poner nuestros ojos en las cosas temporales, porque estaríamos cambiando constantemente, y al final no sabríamos ni quiénes somos porque siempre hemos andado siguiendo la moda o, refiriéndonos de nuevo al pasaje de Jeremías, el ejemplo de otros. Deberíamos de ser un poco audaces y ser capaces de hacer una buena inversión. En lugar de perder nuestro tiempo siguiendo las modas de este mundo, porque no le echamos un vistazo al mejor catálogo de modas eternas, en él podremos encontrar el mejor ejemplo a seguir de todos, si seguimos este catálogo creo que no tendremos que cambiar todos los años la ropa ni los sitios a los que vamos. Creo que ya sabes cuál es, la BIBLIA.
¿Y tú?¿Qué catálogo vas a seguir?

miércoles, 7 de agosto de 2013

Amigos de ...¿Quién?

Nos encontramos ante tres amigos: dos de ellos en un momento determinado se pelean porque discrepan respecto a un tema, y el tercero es buen amigo de los dos. Cuando terminan de discutir uno de ellos, le dice al tercero que si quiere estar con él, ha de dejar de ser amigo del otro. Esta ilustración nos sirve un poco para ver la decisión que tenemos que tomar, si seguir a Cristo o continuar en el mundo.

!Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
Santiago 4:4

Como vemos en este versículo, los dos amigos que están peleados son Dios y el mundo y nosotros somos ese tercer amigo. Nosotros en el momento de tomar la decisión vemos ambos bandos, Dios nos ofrece algo que sabemos que el mundo no nos puede dar, que es la salvación y la vida eterna, pero el mundo sabe pintarnos las cosas de una manera muy atractiva de manera que aparentemente parece que puede competir con Dios, nos ofrece diversión, felicidad y una vida llena de placeres. Si no tenemos nuestras creencias firmes y claras pueden surgir verdaderas dudas. Por lo que nosotros vemos en nuestro día a día, el que aparentemente es el mejor camino, puede ser el del mundo, un camino donde tenemos acceso a todo tipo de placeres, y quizás el camino de Dios lo vemos un poco más complicado, con más normas y reglas que cumplir, y más exigencias y menos placeres. Pero todo esto es lo que podemos ver a lo mejor desde fuera, desde dentro la realidad es muy diferente. Lo que nos pintaban y veíamos como diversión, felicidad y una vida llena de placeres, en realidad eran diversión momentánea, in-felicidad, y una vida llena de placeres insatisfactorios. Mientras que en el camino de Dios que nos podía parecer menos cómodo, vemos en el salmo 23 que aunque andemos en valle de sombra de muerte no temeremos mal alguno y que el Señor nos cuida siempre. Son dos caminos los cuales pueden engañar si solo nos fijamos en los que nos ofrecen de primeras, tenemos que aprender a mirar más allá de “nuestras narices” y ser capaces de ver los finales de ambos caminos, que son muy diferentes a la apariencia de estos.
Muchos ceden al camino del mundo pensando que es mejor y piensan que ya tendrán tiempo de preocuparse por la salvación, pero como he dicho anteriormente la realidad una vez comienzas y andas por uno de los caminos es muy diferente. No podemos cambiarnos de uno a otro conforme nos venga en gana, conforme vamos avanzando en el camino, estos se separan y llega un punto en el que es casi imposible cambiar. Si pensamos como se avanza seria a medida que nos involucramos en el mundo (avance en el mundo) y a medida que crecemos espiritualmente (avance en el Señor). Es más complicado ceder a las tentaciones del mundo si somos fuertes espiritualmente, hasta que llega el momento de que el mundo no nos afecta apenas y es ese punto en el que ya no hay posibilidad de cambio. Esto no quiere decir que no vayamos a ser tentados, seguiremos con eso, pero estaremos lo suficientemente preparados para superar todas las tentaciones con éxito. Por el otro lado, el del mundo, a medida que nos involucramos en él, perdemos la percepción del peligro que corremos de perder la salvación y nos refugiamos en la idea de que cuando queramos podemos corregir nuestro rumbo, pero lamentablemente no es tan fácil.
Como he dicho anteriormente en ambos caminos está ese punto de no retorno, y en ocasiones llegan con la muerte. Esto es algo que ninguno podemos predecir y por tanto deberíamos de adoptar medidas lo más pronto posible para estar preparados para ese momento.

Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.
(Mateo 25:13)


Y TÚ, ¿DE QUIÉN ERES AMIGO?

domingo, 21 de julio de 2013

Desde joven

Todos hemos escuchado alguna vez ese dicho de que el árbol hay que enderezarlo desde chico, ¿no? En un árbol que crece de forma natural, su forma está condicionada a los agentes exteriores que le rodeen, por eso en la naturaleza nos podemos encontrar árboles de todo tipo; árboles perfectamente rectos, un poco curvos, con formas de los más particulares o directamente muchos de ellos tan torcidos que frente a duras condiciones del clima se acaban cayendo y pasan a ser meros troncos en el paisaje. No obstante los que por ejemplo son plantados en las ciudades de decoración, la mayoría de ellos tienen algún sistema para que el árbol crezca recto y así obtener la forma "perfecta". Pero si nos damos cuenta, estos sistemas se les colocan desde que sale el tallo de la tierra. La razón es simple, una vez crezcan y se deformen será muy complicado el corregirlos, incluso en muchos casos habrá que talar partes de los árboles para poder corregirlos.

Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;
(Eclesiastés 12:1)

Como bien podemos ver en este versículo de Eclesiastés, las personas somos algo parecidas a los árboles en el aspecto del cual hemos hablado anteriormente. En la primera parte (Acuérdate... juventud), se hace un llamamiento, especialmente a los jóvenes a entregar nuestra vida al Señor en nuestra juventud. En la segunda parte (antes de... contentamiento), vemos la razón del porque de esa entrega, porque al igual que los árboles, si no tomamos medidas desde temprano para crecer rectos, de mayores tendremos que acarrear con todas las curvas que tengamos en nuestro tronco producidas en la juventud. Cuando hacemos esa entrega al Señor, simbólicamente, entre otras cosas, es una especie de vacuna frente a muchas de las adversidades a las cuales nos tenemos que enfrentar. Concretando en el caso de los jóvenes, como dice Pablo a Timoteo:

 Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de limpio corazón invocan al Señor
(II Timoteo 2:22)

Si vemos un poco el contexto y quien es Timoteo, vemos que fue un joven de Listra que acompaño a Pablo en uno de sus viajes misioneros y más tarde fue pastor de la iglesia de Éfeso. Pablo le tenía gran aprecio y por eso le escribió dos cartas mientras Timoteo era pastor, en ellas le alentaba y advertía acerca de las cosas a las que se tenía que enfrentar, como es el caso de los falsos maestros. En este versículo en concreto, le advierte que se aleje de las pasiones juveniles, que volviendo al ejemplo del árbol, son las causantes de todos los dobleces que se puedan tener producto de esa etapa en la vida. Muchos jóvenes se creen autosuficientes e independientes y que pueden pasar esta etapa de la vida ellos solos, piensan que ellos son los dueños de sus destinos, pero... ¿Qué pasa cuando llegan a adultos? Los que medianamente "lo hayan hecho bien" quizás no tengan que pasar muchos malos ratos después, pero sus consecuencias tendrán, habrá multitud de bendiciones que se habrán perdido y muchas que Dios les tendría preparadas pero que por su independencia no han tenido. Pero sabemos que no todos los jóvenes lo han hecho "tan bien", hay multitud de personas adultas que hoy en día se avergüenzan de mirar atrás en su vida, los que han pasado por circunstancias de alcohol, drogas, etc... de mayores, si consiguen rehabilitarse e intenten rehacer su vida, a lo mejor no pueden acceder a un puesto de trabajo porque de joven dijese de abandonar sus estudios pensando que se podía ganar la vida de otra manera o tengan en sus cuerpos marcas como tatuajes o pendientes que quizás de cara al público no sean tan "bonitos" como los veía la persona en el momento que se los hacía, o a lo mejor no se habla con sus padres porque haya roto esa relación por causa de la mala vida, o también hay un caso que a mí personalmente me llama mucho la atención, es el caso de los jóvenes que se tatúan los nombres de sus parejas, pero ¿y si en un futuro ya no están con ellos?, menuda faena. Podríamos establecer aquí un símil al igual que hicimos al principio con los árboles, este símil hace referencia a la tercera ley de Newton, que parafraseado sería algo así como que para cada acción hay una reacción. Aplicado a nuestro caso sería algo así como que para cada acción que hagamos y cada decisión que tomemos, luego tendremos que hacer frente a las consecuencias que pueden ser positivas o negativas para nosotros o para los demás.

Volviendo al versículo inicial, Eclesiastés 12:1, y aplicando todo lo que hemos dicho en las líneas anteriores podemos llegar a la conclusión de que para que nuestro árbol crezca recto tenemos que tomar una decisión en nuestra juventud cuyas consecuencias nos acompañaran el resto de nuestra vida y al llegar a una edad adulta nos permitan no avergonzarnos de esa decisión. Esa decisión es acordarnos de nuestro Creador y entregarle nuestra vida. Y de algo estoy seguro, las consecuencias de ese hecho jamás nos perjudicaran.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Mateo 6:9-13 "Padre Nuestro"

Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria,por todos los siglos.

 Amén.




domingo, 28 de octubre de 2012

Salmo 23


Jehová es mi pastor; nada me faltará.

En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.


Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.


sábado, 6 de octubre de 2012

La Soledad


     La soledad es un fenómeno más común de lo que podemos pensar. Todos pasamos por ahí y en ocasiones sin ni siquiera saber por qué. Simplemente nos sentimos cansados, tristes y solos. A menudo la razón está simplemente en "un día tonto"; un día lluvioso o gris, una canción o un pequeño enfado o preocupación que pueden amargarnos.
     Sin embargo, en ocasiones, las razones son más profundas. Puede que no tengamos comunicación con nuestra familia , que nuestro carácter sea difícil y no se preste a la relación con otros. Quizás la propia sociedad y su afán competitivo y de lucha nos desanima. Nuestro futuro indeciso y oscuro nos quita las ganas de seguir esforzándonos, alguna situación nueva a la que nos enfrentamos nos asusta. ¿Cuál es la causa básica de la soledad? El sentimiento de abandono o impotencia acaba por llevarnos al desaliento, a la soledad.
     ¿Cómo reaccionan los jóvenes ante la soledad? Mientras unos pocos optan por refugiarse en una gran actividad idealista, la mayoría institucionaliza su soledad a través del pasotismo. Otros se esconden en las ultimas novedades de las filosofías orientales o acaban bajo el dominio de actividades relacionadas con la delincuencia, las drogas o el sexo. Sin embargo, la mayoría de los adolescentes olvida una realidad que podría serles de ayuda. Aunque se olvidan de Dios porque la vida religiosa que ven les produce bostezos y otros porque no han sabido descubrir nada personal tras la cortina de la religiosidad muerta y fría. Todos han olvidado que cuando Dios se presenta al hombre, no lo hace como una religión o una serie de normas morales, sino como una persona ansiosa por repartir amor.

SAN JUAN 3:16, 17 RVR60
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él."
     Hay además una soledad a la que no podemos renunciar, la que nos permite conocernos a nosotros mismos. Este tiempo es algo que procuran evitar muchos jóvenes. Para ello buscan muchos amigos y actividades porque temen conocerse. Los cristianos sabemos quienes somos y hacia donde vamos. No deberíamos temer, por tanto, a estar solos para reflexionar sobre nuestra vida. De hacerlo, podemos descubrir que Jesús mismo está a nuestro lado siempre.
                                                                             SAN MATEO 28:20 RVR60                                                                  ...y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
     Debemos recordar siempre que el Señor nos acompaña (Dt. 31:8, Mt. 28:20, Juan 15:13-15). Podemos vernos a salvo de la soledad destructiva , aceptando la amistad que Dios nos ofrece a través de la persona de Jesús. Los momentos en que  nos envuelve la soledad, pueden se positivos con la compañía de Jesús, y con la búsqueda de otras personas que necesitan ayuda aun más que nosotros mismos.

viernes, 10 de agosto de 2012

Las Bienaventuranzas


  1 Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos.

Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:

Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Bienaventurados los que lloranporque ellos recibirán consolación.

Bienaventurados los mansosporque ellos recibirán la tierra por heredad.

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

Bienaventurados los de limpio corazónporque ellos verán a Dios.

Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justiciaporque de ellos es el reino de los cielos.

11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.

12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.

martes, 7 de agosto de 2012

Miedos

Hay una cierta fascinación con el miedo. Si no lo crees, mira la cantidad de gente que asiste a las películas de terror. Sin embargo, parece que hay dos tipos de miedo:


  1. Está el miedo que tenemos cuando vemos una película de terror. La reacción que tenemos puede ser divertida porque sabemos que al final no hay nada de que temer. Son miedos imaginarios y los tenemos en muchas ocasiones. Tenemos miedo de que vaya a pasar algo, y llega la situación y no pasa nada. Luego te preguntas: ¿Por qué tenía tanto miedo de ese examen? al final aprobé. Este tipo de miedo podemos vencerlo fácilmente silbando en la oscuridad, hablando más fuerte, fingiendo una actitud de confianza,... 
  2. Pero luego están los miedos reales, cuando realmente hay un peligro y debemos tener miedo. No es solamente la imaginación. Algunos pueden ser la muerte, el futuro incierto, etc...                                  Silbar en la oscuridad o fingir una actitud de confianza no hace mucho para quitar esos miedos. Necesitamos alguien con más experiencia que pueda ayudarnos. Si es un examen por ejemplo, la ayuda de alguien puede ser muy importante. Una historia que sirve de ejemplo podría ser esta: 
16 Al anochecer, descendieron sus discípulos al mar,
17 y entrando en una barca, iban cruzando el mar hacia Capernaum. Estaba ya oscuro, y Jesús no había venido a ellos.
18 Y se levantaba el mar con un gran viento que soplaba.
19 Cuando habían remado como veinticinco o treinta estadios, vieron a Jesús que andaba sobre el mar y se acercaba a la barca; y tuvieron miedo.
20 Mas él les dijo: Yo soy; no temáis.
21 Ellos entonces con gusto le recibieron en la barca, la cual llegó en seguida a la tierra adonde iban.
JUAN 6:16-21

La respuesta que les dio Jesús les ayudó porque sabían dos cosas:
  1. Él era más poderoso que ellos.
  2. Estaba allí para ayudarles.
Esto nos enseña que la presencia de Jesús con nosotros nos ayuda muchísimo con los miedos que tenemos que afrontar en nuestro día día.



domingo, 22 de julio de 2012

Autoestima

Para empezar coge cinco hojitas y en cada una, escribe una cosa que por las que tu vida tenga sentido en cada una. A continuación haz los siguientes pasos:

  1. Mira tus hojas: si una o más son un objeto como dinero, ropa, juegos ... tira esas hojas al suelo.
  2. Mira las hojas restantes: ¿Alguna o más es una relación con una persona del sexo opuesto? Esa persona acaba de romper contigo, se ha ido de tu vida .... tira esas hojas.
  3. Mira las hojas restantes: ¿Se refieren a algún talento? Has sufrido un accidente que te ha incapacitado para llevar a cabo ese talento.
  4. Ahora las hojas que te quedan: ¿alguna o más son una relación con un pariente? Han muerto en un accidente.... tira esas hojas.
  5. Ahora guarda las hojas que te hayan quedado. NO recojas las que has tirado.

En la hoja que te ha quedado debe haber algo escrito ¿Puede tener tu vida sentido sólo con eso?¿Te aceptas tal y como eres?¿Piensas que los demás te aceptan por ser así?
Las hojas que has tenido en las manos te definen como persona, también son la base de tu autoestima. Existen muchos aspectos en la vida, ¿Cuales son algunas de esas cosas?:

Además de estos puede haber muchos más. El punto del centro de todo esto representa la máxima motivación y propósito de nuestra vida, lo que da consistencia y un sentimiento de autoestima.
La mayoría de nosotros tenemos un centro, un foco central, una prioridad máxima, un punto de integración o un objetivo fundamentalmente para nuestra vida. Valemos algo. Quizá no siempre sepamos identificar esta base para la autoestima, pero ahí está.

Quizás lo que hayas escrito en las hojas te ha dado una pista para saber cual es tu base para la autoestima . Las cosas que te dolieron más perder te pueden indicar dónde basa tu autoestima y si es correcto basarla en ellas. De ahí parte nuestra identidad como personas; es la base para sentir que valemos algo ¿Cuáles pueden ser algunas de las bases? Puede haberlas buenas y malas, todos deseamos vivir una vida feliz y realizada; por esta razón sería muy útil saber que bases son buenas, no?
Sugiero un patrón para evaluar tus bases:
  1. ¿Es duradera? ¿Puede desaparecer en cualquier momento? La mayor parte de los objetos de valor y la búsqueda del placer pueden desaparece; no son validos para tu identificación con ellos porque se destruyen y se pierden: por ejemplo: "mis ahorros", etc...
  2. ¿Es la mejor expresión de ti mismo? Muchas personas viven con ciertas cosas como prioridades máximas porque nunca han pensado acerca de lo que desean ser. ¿Vivir por una posición social o un oficio es la mejor expresión completa de ti mismo?¿Te lleva a crecer y a desarrollarte en todas las áreas de tu vida o te limita? Considerarte a ti mismo como un atleta o músico, quizá no haga justicia a otros aspectos de tu "yo" auténtico. Indudablemente eres más que una clase de persona.
  3. ¿Contribuye a tus sentimientos de autoestima? En ocasiones nos esforzamos por logros o posesiones que en realidad no nos satisfacen. Trabajamos para un equipo, un trabajo, una chica o chico, sólo encontrar que la lucha era más interesante que el resultado.
Estudiando tu propia base para el autoestima puedes empezar a comprender lo que Jesucristo ofrece.

1- El amor de Dios es duradero
Nada puede separarnos del amor de Dios (Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. ROMANOS 8:38-39). No depende de los logros personales, "hacer cosas religiosas". o de la aceptación del grupo. Dios nos acepta tal como somos. Esto se llama amor ETERNO.

2- El amor de Dios nos capacita para amarle
La Biblia nos enseña que somos esclavos de aquellos que adoramos(ROMANOS 6:36 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?) Adoramos a Dios porque Él nos ama por quienes somos y no por lo que hacemos.

3- El amor de Dios es la base de nuestra autoestima
Dios nos ama y podemos reflejar su amor en nuestra relación con los demás. Algunos de los resultados de la nueva relación son los Frutos del Espíritu (Gálatas 5:22). El amor de Dios nos enseña a amarnos y a aceptarnos. A través de todos los aspectos de nuestra vida; actividades, talentos, etc... Él es capaz de llegar a los demás.

Habiendo pensado sobre tu propia base para la autoaceptación quizás te gustaría descubrir personalmente como puedes experimentar la aceptación de Dios en una relación diaria. Es un asunto serio, pero también es algo maravilloso.


martes, 26 de junio de 2012

Injusticia


¿Puedes dar algún ejemplo de alguna injusticia?
¿Alguna vez te has dado cuenta de que estabas haciendo alguna injusticia a otras personas? ¿Eres acaso siempre la victima?
¿Cómo has reaccionado ante situaciones de injusticia contra ti y contra otros?
Hay quien piensa que la venganza es la única solución contra la injusticia ¿Estás de acuerdo?
Desde tu perspectiva, ¿qué tiene que ver Dios con la injusticia en el mundo?

Podríamos resumirlo todo diciendo que el mundo está lleno de injusticias. Pero quiero mencionar otra injusticia mayor y que, a pesar de esto, tiene un significado tremendo. Lea "El silencio largo"

EL SILENCIO LARGO (A.T.L. Armstrong)
          <<Al final del tiempo, billones de personas estaban esparcidas en un valle grande ante el trono de Dios. La mayoría se retiraban de la luz brillante que estaba ante ellos. Pero algunos grupos que estaban delante hablaban apasionadamente, no con vergüenza sino con beligerancia.
          "¿Cómo puede Dios juzgarnos a nosotros? ¿Cómo puede saber Él algo del sufrimiento?" dijo una joven morena muy bruscamente. Se arremangó la manga para mostrar el número tatuado en un campo de concentración nazi. "Nosotros sufrimos el terror, golpes, torturas, muerte..."
          En otro grupo un negro se bajó el cuello de la camisa. "¿Qué es esto?" demandó mostrando una fea quemadura hecho por una cuerda. "Ahorcado por ser negro. Nos hemos asfixiado en buques de esclavos, hemos sido separados de nuestros seres queridos, trabajando hasta que la muerte nos dio alivio." En otro grupo una joven miraba fijamente con sus ojos oscos. En su frente había el sello "ilegítima", "El sufrir mi marca", murmuró, "era más allá de..." y su voz se fue apagando hasta que se perdió entre las otras. A través del valle había centenares de grupos como éstos. Cada uno tenía una queja contra Dios por el mal y el sufrimiento que había en el mundo. ¡Qué suerte tenía Dios!, vivir en el cielo donde todo es dulzura y luz, donde no había llanto, ni miedo, ni hambre, ni odio. De verdad, ¿qué sabía Dios de lo que el hombre había sufrido en este mundo? “Después de todo tiene una vida bastante protegida”, dijeron. Así cada uno de estos grupos envió un líder, escogido entre los que habían sufrido más.
         Había un judío, un negro, un intocable de la India, un artrítico horriblemente deformado, una víctima de Hiroshima y alguien de un campo de concentración de Siberia. En el centro del valle, se consultaron los unos a los otros. Al fin estaban listos para presentar su caso, sería bastante sencillo. Antes de que Dios fuera calificado para ser su juez tendría que sufrir lo que ellos habían sufrido.
         Su decisión era que Dios debía ser sentenciado a vivir en la Tierra como un hombre. Pero como era Dios, pusieron algunos guardianes para asegurar que no pudiera utilizar sus poderes divinos para ayudarse.
         Déjale nacer judío. Deja que la legitimidad de su nacimiento quede en duda para que nadie sepa quién es verdaderamente su padre. Déjale ser traicionado por sus amigos más íntimos, déjale ser procesado por acusaciones falsas, juzgado ante un jurado lleno de prejuicios y condenado por un juez cobarde. Al fin, déjale ver lo que es sentirse realmente sólo, abandonado por cualquier cosa viviente. Déjale ser torturado y luego morir. Déjale morir públicamente, horriblemente para que no pueda haber ninguna de que murió. Deja que sea una multitud de testigos los que lo puedan verificar.
         Mientras cada líder anunciaba su parte de la sentencia, murmullos ruidosos de aprobación salían de la masa de gente congregada. Cuando el último había terminado de pronunciar su sentencia, hubo un silencio largo; los que habían pronunciado su juicio contra Dios se marcharon en silencio. Nadie dijo ninguna palabra. Nadie se movió porque repentinamente todos supieron que Dios ya había cumplido su sentencia>>

         Jesús sufrió exactamente de esa manera. Ésta es la injusticia más grande que el mundo jamás haya conocido. Él no era culpable en ningún sentido, vivió una vida perfecta. Nosotros somos los culpables ¿Quién va a negarlo? Hemos hablado de la injusticia y de nuestra tendencia de echar siempre la culpa a otra persona. Si somos sinceros nos damos cuenta de que nosotros participamos en injusticias cada día. Hacemos lo que queremos y lo que nos conviene en un momento dado y esto es injusto. Jesús no era así. Él se puso al lado de los que estaban sufriendo y les ayudó. Él sufrió el rechazo que vino a consecuencia de su asociación con ellos. En su muerte sufrió el que sus opresores merecían. Sufrió el castigo que nosotros merecemos.
         El problema de la injusticia todavía existe hoy, pero si vamos a ser parte de la solución, primero tenemos que reconocer nuestra participación en la injusticia y nuestra necesidad de ser salvados de nuestro propio mal. Podemos aceptar la solución de Jesús porque Él se sacrificó por nosotros. Si aceptamos su sacrificio por nosotros, Él nos limpia de nuestro egoísmo y nos da poder para luchar contra las fuerzas de injusticia. Este trozo de la Biblia lo resume: “18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; (I Pedro 3:18) ¿Cómo vas a responder? ¿Seguirás con tu propia injusticia y un día recibirás el castigo que mereces? ¿O aceptas la solución de Jesús y con su ayuda lucharás contra estas situaciones de injusticia en el mundo?

lunes, 2 de abril de 2012

FE Y ACCIÓN

Sabemos, por el principio de conservación de la masa, que si soltamos un péndulo de un punto A para llegar a B, este volverá de B hasta A, pero jamás sobrepasará A, sino que irá perdiendo energía hasta quedarse en reposo. Este hecho lo producen dos factores:
- La fuerza de la gravedad
- El rozamiento del aire con el péndulo.

Se aconseja que se haga un experimento sencillo, haz tu propio péndulo colgando algo de peso (no demasiado pesado claro está) en el extremo de una cuerda colgada del techo. Ahora ponte en la pared y el extremo del péndulo pégalo a tu nariz, suéltalo y ...

¿Te has apartado cuando regresaba? ¿Por qué?¿por qué no?
¿Creíste realmente que el péndulo te iba a dar?
¿Por qué la gente dice creer algo pero luego actúa diferente?
¿Por que a veces es tan difícil poner en práctica?

Un famoso equilibrista después de demostrar su excepcional habilidad sobre el alambre al cruzar las cataratas del Niágara, preguntó a los que le miraban si creían que él podría llevar a una persona sobre el alambre en una carretilla. Al unísono la multitud demostró su confianza diciendo que creían que sí.

Entonces el equilibrista pidió un voluntario para que se sentara sobre el carretón. En un instante vio las caras más asombradas de su carrera. Nadie se atrevió ni siquiera a estornudar por si acaso se confundía con un ofrecimiento para subir al alambre...

Si hubieras creído realmente que el péndulo no iba a darte te habrías quedado quieto, pero como tus ojos veían un objeto acercarse con gran velocidad, te has movido, porque no creías en el principio de conservación de la energía. El principio no ha cambiado, el péndulo no te habría tocado.
Nuestras acciones demuestran nuestras verdaderas creencias. En el centro de lo que somos está lo que creemos. No existe un cambio en nuestras vidas hasta que nuestras creencias no cambian. Las creencias llevan consigo ciertas actitudes, por lo tanto una conducta determinada. Cambiar actitudes trae consigo cambiar conductas.
Hemos visto como en el aspecto físico nuestras acciones reflejan nuestras creencias verdaderas. Lo mismo ocurre en otras facetas de la vida. Algunos de nosotros decimos creer, pero decirlo no es suficiente. La auténtica vida cristiana no consiste únicamente en decir que tenemos FE (creencias) sino que hemos de demostrarlo con nuestros hechos ("por sus frutos los conoceréis"- Mateo 7:15-20). La Fe que no se manifiesta por medio de las obras no es fe de ninguna clase. No tiene valor. Está muerta (Santiago 2:17 - Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. (RVR60)). Crees, luego actúas.

¿Puedes decir que has creído hasta el punto de "NO moverte de la silla"?

Había una fez un joven rico (Mateo 19:16) que fue a Jesús diciendo que había guardado todos los mandamientos y que quería saber qué tenía que hacer para entrar en el reino de los cielos. Jesús le dijo que tenía que abandonar sus riquezas y repartirlas entre los pobres. Le retó a que actuara en base a lo que creía al dar a entender que Dios era lo más importante para su vida. El joven respondió negativamente. Realmente no creía lo que decía.
He encontrado la fe verdadera en Dios que me ayuda en todos los aspectos de mi vida. El nos promete que El mismo es quien produce en nosotros el "querer" y el "hacer" por su voluntad. Dios está obrando dentro de ti, ayudándote a querer obedecerle para que puedas hacer lo que dice.
Ya que estoy convencido del cuidado constante y de la dirección de Dios, puedo "quedarme quieto en la silla", sabiendo que mi nariz no va a ser golpeada por el péndulo.

Aunque eso si, en ocasiones tendré dudas, sobre todo cuando los problemas de la vida me agobien y no encuentre salidas, pero debo aferrarme a Dios y creer que El de una manera u otra va a ayudarme.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Humanizar

               
                Estamos acostumbrados a ver toda clase de miserias. Apenas sabemos lo que significa “Loca Generosidad”. Por eso asombra la actitud de estos grupos de personas que hacen huelga de hambre para conseguir que los gobiernos mundiales dediquen el 0.7% de su PIB para ayudar al tercer mundo. Hasta ahora muy pocas naciones han decidido colaborar en ese proyecto de ayuda internacional. En 1972, la ONU estableció, por acuerdo mayoritario de los estados una  aportación del 0.7 %, en un intento de detener los graves problemas que amenazan a los países más pobres de nuestro planeta.

                Todas las cifras de horror, hambre, muertes e injusticias se resumen en una, contundente y feroz: cada año mueren 30 millones de personas de hambre en nuestro mundo. Hay zonas de extrema necesidad en partes de África, América, Asia y Oceanía, casi todas muy bien dotadas por la naturaleza, con riquezas mineras y otros inmensos recursos naturales explotados por los países ricos. Son países “desangrados” por las grandes multinacionales que no les han permitido su propia evolución. Parece de elemental injusticia ese intento de detener la sangría por amor a ellos.
                ¿Cómo es posible que a estas alturas de nuestros propios problemas nacionales, aparezcan esos locos del 0.7%?”¡Con la cantidad de problemas que hay aquí solo nos falta intentar arreglar los de los países más lejanos!”.Esto decían los mismos que en los países ricos no quieren admitir más inmigrantes porque sí ya tienen un índice alto de parados, el admitirlos solo agravaría el problema. Un razonamiento perfecto, sino fuera tan miope y egoísta.
                Miope, porque una de las razones de que estemos como estamos, es la falta de previsión.  Como cigarras insensatas, nos dedicamos a disfrutar de lo lindo cuando todo era color de rosa sin pensar que al cabo de unos años las cosas podrían empeorar. Nadie se ocupó de pensarlo, proveerlo, prepararlo y así estamos ¿Nadie piensa que como las cosas sigan así en el tercer mundo puede llegar una catástrofe económica mundial?
                Egoísta porque por mal que pudieran ir las cosas en nuestro país, no justifica el cerrar nuestros corazones a las necesidades de los demás. No, los locos no son esos que solicitan el 0.7%, los verdaderos locos son los que jamás piensan mas allá de sus narices. Este problema de egoísmo que tiene ser humano con sus hermanos es solo la punta del iceberg del egoísmo que domina al ser humano desde su interior. A esa actitud Dios la llama pecado. Ese pecado lleva al hombre a no preocuparse de nadie, sólo piensa en sí mismo. No está dispuesto a escuchar a aquel que le pide ayuda. Tampoco es capaz de escuchar la de aquel que le ofrece ayuda para salir de esa condición de ceguera espiritual y de egoísmo, a su Dios y creador.
                Jesús dijo que la verdadera ley que Dios pide que el hombre cumpla se pueda resumir en dos cosas:
Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
Mateo 22:37