viernes, 10 de agosto de 2012

Las Bienaventuranzas


  1 Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos.

Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:

Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Bienaventurados los que lloranporque ellos recibirán consolación.

Bienaventurados los mansosporque ellos recibirán la tierra por heredad.

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

Bienaventurados los de limpio corazónporque ellos verán a Dios.

Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justiciaporque de ellos es el reino de los cielos.

11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.

12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.

martes, 7 de agosto de 2012

Miedos

Hay una cierta fascinación con el miedo. Si no lo crees, mira la cantidad de gente que asiste a las películas de terror. Sin embargo, parece que hay dos tipos de miedo:


  1. Está el miedo que tenemos cuando vemos una película de terror. La reacción que tenemos puede ser divertida porque sabemos que al final no hay nada de que temer. Son miedos imaginarios y los tenemos en muchas ocasiones. Tenemos miedo de que vaya a pasar algo, y llega la situación y no pasa nada. Luego te preguntas: ¿Por qué tenía tanto miedo de ese examen? al final aprobé. Este tipo de miedo podemos vencerlo fácilmente silbando en la oscuridad, hablando más fuerte, fingiendo una actitud de confianza,... 
  2. Pero luego están los miedos reales, cuando realmente hay un peligro y debemos tener miedo. No es solamente la imaginación. Algunos pueden ser la muerte, el futuro incierto, etc...                                  Silbar en la oscuridad o fingir una actitud de confianza no hace mucho para quitar esos miedos. Necesitamos alguien con más experiencia que pueda ayudarnos. Si es un examen por ejemplo, la ayuda de alguien puede ser muy importante. Una historia que sirve de ejemplo podría ser esta: 
16 Al anochecer, descendieron sus discípulos al mar,
17 y entrando en una barca, iban cruzando el mar hacia Capernaum. Estaba ya oscuro, y Jesús no había venido a ellos.
18 Y se levantaba el mar con un gran viento que soplaba.
19 Cuando habían remado como veinticinco o treinta estadios, vieron a Jesús que andaba sobre el mar y se acercaba a la barca; y tuvieron miedo.
20 Mas él les dijo: Yo soy; no temáis.
21 Ellos entonces con gusto le recibieron en la barca, la cual llegó en seguida a la tierra adonde iban.
JUAN 6:16-21

La respuesta que les dio Jesús les ayudó porque sabían dos cosas:
  1. Él era más poderoso que ellos.
  2. Estaba allí para ayudarles.
Esto nos enseña que la presencia de Jesús con nosotros nos ayuda muchísimo con los miedos que tenemos que afrontar en nuestro día día.