miércoles, 21 de septiembre de 2016

No todo es lo que parece

Cuando leemos el Antiguo Testamento, encontramos una y otra vez, tristemente, como el pueblo de Israel iba tras los ídolos y los dioses de los pueblos que le rodeaban y nos decimos a nosotros mismos que eso no nos ocurriría a nosotros en la actualidad. Nosotros somos tan buenos hijos de Dios que jamás nos postraríamos a una estatua de Buda, de Alá o iríamos en pos de los dioses de otras religiones como los varias decenas o centenares que tienen los hindúes. Nosotros somos demasiado buenos para eso. ¿Pero a caso las cosas son tan evidentes como parecen? Con el paso del tiempo y las generaciones, muchas palabras van adaptando su significado según evolucionen y lo cierto es que usamos palabras con muchísima normalidad para un significado concreto mientras que tiempo atrás las mismas palabras podrían haber significado una cosa completamente distinta. No es extraño que en la actualidad la palabra ídolo se utilice para calificar a personas que causan gran admiración entre las multitudes y lo vemos de lo más normal. Esto ocurre mucho en el mundo del cine, la música, el deporte... Y en más de una ocasión estoy seguro que vemos a más de una persona que se desvive por estos individuos y declara que haría cualquier cosa por ellos. Esto es otra clase de idolatría exactamente igual que la que se vislumbra en la Biblia pero en los tiempos actuales, y se ha insertado tan sutilmente en nuestro día a día que por no ser extremistas se da pie a algo que parece inofensivo y es precisamente lo que intentamos evitar. Como dice el dicho popular, le das la mano y te cogen el brazo. Por ceder un poco en algo que parece insignificante podemos estar dando pie a lo que negamos con la cabeza al leer la Biblia pensando que a nosotros eso no nos ocurre. La oportunidad de caer en estas cosas no viene con un letrero luminoso bien claro que nos diga "Vas a meter la pata". ¿O acaso la serpiente le dijo a Eva las consecuencias de lo que le ofrecía? ¿Más bien no le dijo algo que le pareció a su juicio correcto para que cayera? Que no nos den gato por liebre, y examinemos todo a la luz de las escrituras para siempre procurar hacer lo correcto.


Examina la senda de tus pies,

Y todos tus caminos sean rectos.
Proverbios 4:26 

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